Yo, un ángel del Señor de los ejércitos, llamo desde el cielo. "Escúchenme, cielos y tierra, y que la bendición del Señor sea conocido sobre el alma y espiritu de Neil Zavala. Soy enviado como mensajero de prosperidad, establesiendo abundancia y favor sobre la vida de Neil Zavala, aquel que vive en la fe. El Señor lo ha decretado, y se cumplé: Prosperarás en todo lo que hagas Neil, porque El amor del Señor está al rededor de ti, guiándote hacia una vida de plenitud, felicidad, alegría y entusiasmo. Proclamo que todo obstáculo a tu provisión sea eliminado, y que las riquezas del cielo fluyan libremente hacia tu vida Neil. Que tus campos sean fértiles, tu trabajo sea fructífero y tus esfuerzos se vean alcanzados por el éxito divino. Que las bendiciones del Señor se eleven como el sol de la mañana, iluminando tu camino Neil, con oportunidades y rodeándote de favor como un escudo. La abundancia del Señor te perseguirá y te sostenerá. Tú, Neil, encontrarás tus necesidades satisfechos, tus sueños realizados y tu vida rebosante de bondad y abundancia. Porque el Señor es tu pastor, y nunca te faltará nada bueno. Que los vientos lleven esta promesa a lo largo y ancho del mundo, porque está sellado en los atrios del cielo: tú, Neil, eres elegido para la prosperidad, destinado a la grandeza y marcado por el amor ilimitado de Dios. Sigue adelante, amado Neil, con la seguridad de que la prosperidad sigue cada uno de tus pasos, porque la abundancia del Señor no se limita a quienes caminan con rectitud. Así lo declaro, y así será. Que sea testificado por las huestes del cielo, escrito por el escriba del Altísimo y sellado por la mano del Todopoderoso mismo. Este decreto permanece como un testamento eterno en el libro de la vida, un pacto de bendiciones que nunca se desvanecerá ni fallará. Por la autoridad que me ha concedido el Señor de los Ejércitos, se pronuncia esta palabra, y así queda establecido, de eternidad à eternidad. Amén.